sábado, 10 de octubre de 2009

Despierta, Noé, despierta


Ha llovido un montón, hay zonas que se han inundado ¿no te parece que es tiempo de cortar la siesta y emprezar a llamar a los bichitos para dentro del Arca nuevamente? Por las dudas, digo.
Ya de paso me harías un favorcito porque, para ser sincera, por aquí la cuestión está empezando a descontrolarse. Seguramente habrás echado en falta a una docena de perros: el que come basura , las perritas que decidieron que duermen mejor en mi sofá y el gato amarillo que casi fue ultimado por el Michou en un duelo de taitas felinos.
¿No has notado que falta un caballo tostado que adora comer plantas de jardín y abonar mi césped?
¿Y no has echado en falta el mugido de la 81, la inefable vaquita holando que pace en mi jardín y se echa a dormir la siesta en la vereda de la vivienda de enfrente? Para que la identifiques bien te comento que es tan pero tan sociable que, una mañana en que me preparaba para ir al trabajo, abro la puerta y lo primero que me recibe no es el aire de la mañanita sino la enorme cara de 81 que curioseaba para dentro de mi hogar. Simpática y coqueta es (la caravana amarilla con el número le da un toque de estilo) pero no tiene mucha noción de privacidad ¿no te parece?
Ya sé que el tuyo es un trabajo arduo pero, si pensabas abrir una sucursal en mi casa podrías haber avisado.
Despierta Noé, despierta, no quiero llegar a casa y tener que adoptar algún casal de pandas.

PREMIO NOBEL HASTA AGOTAR STOCK


Estoy furibunda, ¡sí señor! ¿Obama Premio Nobel de la Paz? ¿Pero qué les pasa? Todo bien: el hombre luce lleno de buenas intenciones y encaró de frente la recesión pero ... ¿da para tanto? Afganistán sigue lleno de marines, Guantánamo apenas se "reconvirtió" ¿y? ¿Dónde está la denodada lucha por la paz? Si es por buenas intenciones que se da el premio, la fila llegaría de aquí a Cabo Cañaveral.
Todo bien que Obama tiene pinta de buena gente y Michelle es elegantísima, que en pleno desfile de asunción se bajaron y saludaron a la gente en la calle pero ¿Y la paz mundial? Me parece que se apuraron feo.
Tampoco concuerdo demasiado con los otros candidatos que había pero ¿qué hay de los líderes comunitarios que han pasado la vida jugándosela en medio de guerras civiles, denunciando torturas y explotación? ¿qué hay de los que han dejado la vida en los campamentos de refugiados para que la gente al menos sobreviva y para que los Señores de la Guerra dejen de fabricar conflictos donde vender más ametralladoras?
¡Estamos todos locos!
Pero tengo una teoría: esto es como cuando la nena deja un novio impresentable y trae otro que al menos parece gente; los padres lo van a recibir como si fuera el príncipe azul, todo lo que haga será maravilloso. Y acá pasa algo semejante: salir de George W. Junior a Barak es un gran paso. No voy a mencionar lo del color de piel porque Obama desde que fue electo Presidente de los Estados Unidos es blanco como Paris Hilton (incluso para los rancios sureños que le estrechan la mano pensando cuánto se parece a los negritos que les plantablan el algodón y les lustraban las botas). Pero creo que este es un premio por ser mejor que Bush. El comité del Nóbel, así como el resto del mundo, aún no debe poder creer que la llamada nación más poderosa del mundo haya dejado de estar gobernada por un asno y haya pasado a ser gobernada por un verdadero Homo Sapiens (y uno que no se atraganta con galletitas Pretzel).
Ahora,gente, con la mano en el corazón: ¿de qué logros hablamos? Ni siquiera esperaron, tanta era la alegría de no tener que oír más los tartamudeos de George W. hablando sus guerras inventadas que no las creía ni Petete.
Pero este Nobel abre un precedente muy importante a tanta gente que lucha o piensa luchar por la paz: le voy a avisar al Agropecuario que lleva 20 años apartando piñatas en la bailanta y a los adscriptos del liceo que tienen un master en prevención de pugilato juvenil.

miércoles, 7 de octubre de 2009

SIGUE SIENDO ROCANROL





Me miro en el espejo
y me veo un poco viejo
para andar cantando rock
Hace tanto fui rockero
que mi campera de cuero
en el ropero se aburrió

Rebeldía, todo el dia
eso era el rocanrol


Me gano la vida con palabras. A veces fluyen de mí en forma de armonioso discurso y otras veces forcejean para librarse de mi lengua trabada por el cansancio.
Nací predispuesta al habla y tal vez por eso puedo hablar del tiempo, de música, de la dieta saludable, de los hombres, de fútbol, de la vida ajena, de filosofía y de casi cualquier tópico. Pero siempre me resistí a hablar de enfermedades; me parecía cosa de hipocondríacos. No obstante, desde que me volví frecuentadora de salas de espera, depuse mi aversión a ese mundo de puntadas, temblores y mareos.
Con la Tónquina, los diálogos telefónicos y en persona se han vuelto considerablemente más sustanciosos ahora que compartimos experiencias de calambres, pastillas para la hipertensión, y el dolor que te empieza acá y te corre todo por aquí.
Además, ahora que la mitad de mis amigos usan lentes de aumento y la otra mitad hace fila conmigo para repetir medicación creo que es tiempo de ampliar mis horizontes y el asunto de mi prosa. Las largas melenas se han ido plateando con las nieves del tiempo (sólo que con esto del cambio climático las nieves llegaron antes de lo previsto). Pero esta bueno este proceso "geronto-grupal" porque uno se siente más acompañado en eso de contar mil veces la misma historia a la misma persona ya que ésta te cuenta mil veces a vos la misma historia también.
Con el Agropecuario hemos batido todos los records de historias "milcontadas"; lo gracioso es que mientras él me va haciendo el relato cae en la cuenta de que ya me lo hizo y yo sigo escuchándolo como si fuese la primera vez hasta que, por allá, dejo caer un inicio de frase: "Sí: ya ..." y sigo escuchando el relato. Sucede igual a la inversa, cuando la narradora soy yo y el compasivo oyente es él. Ambos hemos arribado a la conclusión de que éstos y otros episodios son un buen ensayo para la vejez que-de seguro- no nos va a tomar por sorpresa.
Con La Mujer nos unen infinitos lazos, pero en los últimos tiempos hemos descubierto otro vínculo: ambas poseemos un barómetro personal;cuando a ella le duele la zona lumbar y a mí la pierna derecha, seguro que viene tormenta.
Con el Gordo Basquet, además de castigarnos con Pink Floyd y admirar la fotografía de las películas de Zhan Yimou (el que hizo Héroe, la de Jet Li), también podemos llegar a recitar episodios enteros de los Backyardigans y polemizar acerca de los amiguitos de Barnie.
Pero cuando nos juntamos en algún cumpleaños de 15 siempre me da la misma sensación de cuando veo una reunión en escena de Led Zeppellin o The Who: la barra no se mueve como antaño pero la mística sigue intacta:

Rebeldía, todo el dia
sigue siendo el rocanrol.