miércoles, 7 de mayo de 2008

NUEVOS AMORES VIEJOS



Para casi todas las cosas de mi vida soy un bicho de costumbres (y a veces simplemente un bicho). Me da pereza hacer amigos nuevos y me da pánico además de pereza, la procura de amores.
Con los escritores me acontece más o menos igual: puedo leer nuevos pero durante años me han rodeado y rodean los mismos, esos que me han leído mientras los leo y que se me han parado en frente al medio de una clase o que no han querido abandonarme aún en las horas de mi vida en que hasta yo me abandoné.Alguna que otra vez me pregunté si el maridaje con García Márquez, Homero, Hermann Hesse u Octavio Paz no era como esas historias de amantes que uno arrastra por los años más por miedo al cambio que por pasión. Y no recuerdo qué me contesté.
Sí sé que un día, no hace más de dos años, dí en leer a un autor por quien había pasado en la vida como uno lo hace junto a una de esas personas que sabemos están ahí pero nada más: simplemente no se nos ocurre buscar más allá del rostro o del nombre. Por acaso o por sabrá Dios qué, empecé a leer a Fernando Pessoa y las viejas letras de Lisboa se volvieron mi nuevo encanto y el más perfecto espejo al que me haya asomado. No me veo más linda ni menos desgraciada: me veo descubierta en la palabra de alguien que nunca supo de mí ni tendría cómo haberlo hecho (tuvo la mala idea de morirse en 1935).
Dice José Arcadio Buendía que nadie es de ninguna tierra mientras en ella no ha enterrado un muerto. Bueno: con creces adquirí el derecho a declarar que el lugar en el que estoy es mi tierra, no sólo por haber nacido en ella; pero hay una patria a la que pertenecí primero: los libros, las letras que me dieron una certeza de existir mucho más fuerte que el pisar cualquier suelo, incluso el de esta Santa donde vivo y donde empecé a leer a Fernando Antonio Nogueira Pessoa, ese portugués habitado por tantas almas.

SI YO MURIERA JOVEN (Fernando Pessoa)

Si yo muriera joven,
sin poder publicar libro alguno,
sin ver la cara que tienen mis versos en letra impresa,
pido que, si se quisiesen molestar por mi causa,
no se molesten.
Si así ocurrió, así es verdad.

Aunque mis versos nunca sean impresos
tendrán su propia belleza, si fueran bellos.
Pero no pueden ser bellos y quedar por imprimir,
porque las raíces pueden estar bajo la tierra
pero las flores florecen al aire libre y a la vista.
Tiene que ser así por fuerza. Nada puede impedirlo.

Si yo muriera muy joven, oigan esto:
nunca fui sino una criatura que jugaba.
Fui gentil como el sol y el agua,
de una religión universal que sólo los hombres no conocen.
Fui feliz porque no pedí ninguna cosa,
ni procuré hallar nada,
ni hallé que hubiese más explicación
que la de que la palabra explicación no tiene ningún sentido.

No deseé sino estar al sol o a la lluvia,
al sol cuando había sol
y a la lluvia cuando estaba lloviendo
(y nunca la otra cosa).
Sentir calor y frío y viento,
y no ir más lejos.

Una vez amé, pensé que me amarían,
pero no fui amado.
Pero no fui amado por la única gran razón:
porque no tenía que ser.
Me consolé volviendo al sol y a la lluvia,
y sentándome otra vez en la puerta de casa.
Los campos, al fin, no son tan verdes para los que son amados
como para los que no lo son.
Sentir es estar distraído.

11 comentarios:

Isabel Barceló Chico dijo...

Maravilloso el poema de Pessoa. ¡Vaya lección de vida, de aceptación de las cosas! En cuanto a tí, me alegro que hicieras esa incursión inesperada. Las estanterías están llenas de nuevos amores como este. Besos.

Eugenia dijo...

Me gustó, lo voy a incluir en mi reducida lista de amantes.

Carmen Ramírez dijo...

Isabel: cualquiera de estos días me mando otra aventura a ver a quién me (re)encuentro.

Eugenia: lo beuno con Pessoa es que tenía tantos heterónimos que hay uno para cada una y todavía sobran

vico dijo...

En mi vida lei nada de este autor, asi que te debo el leer algo por primera vez de Pessoa. Me gusto mucho, la frase final me queda dando vueltas en la cabeza. Voy a buscar mas sobre el, a ver si pronto me animo a leerlo.

Entre nos, me vino bien el mensaje de estas letras.

Carmen Ramírez dijo...

Vico: bueno mismo leer eso. Viste que son de esas afirmaciones que te hacen sentir que no estás sólo en esa forma de ver las cosas. Me mata la forma en que dice con toda la sencillez del mundo cosas que uno puede llegar a ver (y sentir) como una tragedia. Y la frase final no admite más palabras que las que Pessoa dijo. Te recomiendo todos los òemas que publicó bajo el nombre de Alberto Caeiro y uno llamado "Todas las cartas de alor son ridículas" que firma como Älvaro de Campos. Beso

Carmen Ramírez dijo...

Fé de erratas:
óemas = poemas
alor = amor

Vico dijo...

carmela, gracias por la informacion...los buscare.

Susana Peiró dijo...

Pero qué bellas letras has dejado en el blog!
Me gustó mucho este artículo, sobre todo porque tengo una relación personal muy fuerte con algunos autores!

Y me dejaste también pensando en Hesse (sostuvimos un romance apasionado en mi adolescencia)y hace años que lo miro en la biblioteca y no abro un libro suyo. Soy una ingrata amante!

Gracias Carmela por el artículo y la reflexión!

Abrazos para Vos!

Equipo de trabajo - Evaluación dijo...

a propósito de la última frase, tan aclamada por el público, hay una canción de Zelia duncan que se llama justamente "Distraçao", muy educativa por cierto! sobre todo para quienes no saben/mos amar...en fin.
buen post, pa variar!

(esto último fué pa meterte presión, y para que cada vez que vayas a subir uno te preguntes si será tan bueno como el anterior, y que segurmaente dudarás en poner, y pienses antes que nada, que es una reverenda bosta, y que finalmente todos nos daremos cuenta de que eres un fiasco como narradora, y que no pondremos coments, solo para no ser despiadadamente mentirosos, y decirte sin compasión que es muy bueno!!!juaaaa)Digamos, entre nos, que es una práctica bastante habitual acá, ("acá" no es tu blog, que quede claro)

Carmen Ramírez dijo...

Susana: hoy día estoy tratando de vovlver a Joseph Conrad pero cada vez que regreso a tratar de entender "El corazón de las tinieblas" lo hago con menos esperanzas. Un abrazo
Equipo de trabajo: sé que el "acá" es una referencia a otra cosa pero estoy dudando entre:
a) acá= tu mente múltiple
b) acá=tu casa, sede de mujeres despiadadas e hipercríticas
c) acá= tu lado John Fante
Equipo: acepto el elogio (mi ego ya es del tamaño de mi cabeza, que ya es decir bastante viniendo de mí, terror de los sombrereros)

13 de mayo de 2008 7:28

SP dijo...

mui bonito tu blog...

un abrazo!