jueves, 14 de mayo de 2009

CUANDO YO ERA "MAL DE LA CABEZA"


>"Cuando estés mal, cuando estés solo, cuando ya estés cansado de llorar no te olvides de mí porque sé que te puedo estimular"Ser yo no es fácil. Cargar con una mochila de libros y otra de contradicciones no es tarea de poco aliento, pero no me quejo: me tocó una existencia donde he tenido y tengo de todo: amigos, amor por la música, miedo a los perros, gastritis crónica, vocación profesional y ... neuronas intermitentes.
Cuando tuve la primera crisis de depresión, luego de estar encerrada cuatro días a cal y canto fui donde el médico y fui presentada oficialmente con mis neurotransmisores que son unos pequeños demonios que, hartos de hacer circular mis ideas y emociones decidieron mandar la serotonina para donde se les antoja y no para donde deben. Conclusión:allí empezó mi etapa de depresiva con carnet de identidad. Lo raro para muchos es que no luzco como si se supone (o como yo suponía que se veían los depresivos). Al contrario: atormento a mis amigos y alumnos con frases cuasi escandalosas y bromeo hasta el límite del sadismo. Me gusta reír y actuar en mis clases como si estuviera en un escenario y bromeo especialmente acerca de mi persona y de mis demonios interiores que a esta altura se han vuelto colectivos. Y sé que más de una vez hago reír a otros por ese espíritu de clown que heredé de mi padre con nombre de héroe patrio y vida de malandro carioca.
"Cuando me mires a los ojos y mi mirada esté en otro lugar, no te acerques a mí porque sé que te puedo lastimar."Pero tengo días funestos en que mis palabras viajan mucho más rápido y más allá que mis intenciones y digo frases incendiarias y crueles (a veces creo que en otra vida fui un ofidio).Ahí es donde pierdo momentáneamente algún cariño que recupero cuando el o los ofendidos se dan por vencidos y recuerdan que me quieren igual aunque no sepan bien por qué. Y bebemos unos mates de reconciliación
“No pienses que estoy loco: es sólo una manera de actuar."
Cuando anduve buceando por lugares de mí que ni yo conocía tuve un poco de miedo de no volver a la superficie, pero me acordé que allí estaba una niña luminosa como un sol y una banda de incondicionales y unas tías que me querrían aunque estuviera más loca que gato en la bañera. Pues sí: emergí más clara (aunque no sé si más sana) y con un invisible cartel que dice "CUIDADO: LE PUEDE DAR LA PATALETA". Ante la menor sombra de tristeza o las más leves ojeras siento a mi alrededor una alerta silenciosa, un estado de vigilia que me llena de ternura. Y, a veces, uso la patente de loca para que no me rompa los cataplines gente con la que no tengo ganas de hablar ( si hallo la manera de echar algo de espuma por la boca, ahí sí estaría a salvo de todos los necios del mundo, menos de mí).
Tengo una queridísima amiga y compañera de trabajo que me vigila desde su puesto de trabajo y verifica cuidadosamente los papeles que me da a firmar rezando para que no me provoquen una pataleta y salga corriendo a acostarme a oscuras. Pero eso ya casi no ocurre: los neurotansmisores huelguistas ya son íntimos amigos con esta mente que los alberga y diariamente negociamos las dosis de tristeza o euforia
"No pienses que estoy solo: estoy comunicado con todo lo demás." Como nunca oculté lo que me pasaba (ni tampoco hice bandera de ello) la cuestión es parte natural de mis relaciones y charlas diarias. A mis propios alumnos, cuando me quedo en blanco o elaborando mentalmente un concepto les advierto: "Silencio: estoy tratando de hacer sinapsis" y ahí seguimos el corso como si nada.
Con sus luces y sus sombras, es un buen personaje este que salió del lodo: una post adolescente de 39 años que usa las palabras como arcilla para moldear un arte modesto pero propio.Y -para qué negarlo- descubrí que en esta gran cabeza -también producto de la genética familiar- caben más ideas de las que sospechaba y ahí voy: manoteándolas para que no se me escondan otra vez.
Definitivamente Charlie García tenía toda la razón cuando compuso esta letra que le estoy plagiando. Y que no me reclame nada proque al instante pongo ojos exhorbitados ... y aduzco locura temporal. Tomá Freud!!!!!!!
/strong>

No hay comentarios: