sábado, 10 de octubre de 2009

PREMIO NOBEL HASTA AGOTAR STOCK


Estoy furibunda, ¡sí señor! ¿Obama Premio Nobel de la Paz? ¿Pero qué les pasa? Todo bien: el hombre luce lleno de buenas intenciones y encaró de frente la recesión pero ... ¿da para tanto? Afganistán sigue lleno de marines, Guantánamo apenas se "reconvirtió" ¿y? ¿Dónde está la denodada lucha por la paz? Si es por buenas intenciones que se da el premio, la fila llegaría de aquí a Cabo Cañaveral.
Todo bien que Obama tiene pinta de buena gente y Michelle es elegantísima, que en pleno desfile de asunción se bajaron y saludaron a la gente en la calle pero ¿Y la paz mundial? Me parece que se apuraron feo.
Tampoco concuerdo demasiado con los otros candidatos que había pero ¿qué hay de los líderes comunitarios que han pasado la vida jugándosela en medio de guerras civiles, denunciando torturas y explotación? ¿qué hay de los que han dejado la vida en los campamentos de refugiados para que la gente al menos sobreviva y para que los Señores de la Guerra dejen de fabricar conflictos donde vender más ametralladoras?
¡Estamos todos locos!
Pero tengo una teoría: esto es como cuando la nena deja un novio impresentable y trae otro que al menos parece gente; los padres lo van a recibir como si fuera el príncipe azul, todo lo que haga será maravilloso. Y acá pasa algo semejante: salir de George W. Junior a Barak es un gran paso. No voy a mencionar lo del color de piel porque Obama desde que fue electo Presidente de los Estados Unidos es blanco como Paris Hilton (incluso para los rancios sureños que le estrechan la mano pensando cuánto se parece a los negritos que les plantablan el algodón y les lustraban las botas). Pero creo que este es un premio por ser mejor que Bush. El comité del Nóbel, así como el resto del mundo, aún no debe poder creer que la llamada nación más poderosa del mundo haya dejado de estar gobernada por un asno y haya pasado a ser gobernada por un verdadero Homo Sapiens (y uno que no se atraganta con galletitas Pretzel).
Ahora,gente, con la mano en el corazón: ¿de qué logros hablamos? Ni siquiera esperaron, tanta era la alegría de no tener que oír más los tartamudeos de George W. hablando sus guerras inventadas que no las creía ni Petete.
Pero este Nobel abre un precedente muy importante a tanta gente que lucha o piensa luchar por la paz: le voy a avisar al Agropecuario que lleva 20 años apartando piñatas en la bailanta y a los adscriptos del liceo que tienen un master en prevención de pugilato juvenil.

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